11 de septiembre de 2012

Difícil. Esa es la palabra a la que a veces nos aferramos para no intentar lo posible.
Esa excusa que utilizamos cuando tenemos miedo a fracasar, a desestabilizarnos.
La cobardía de los seres humanos.
No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad.
El peor de los arrepentimientos es el que proviene de aquello que hemos dejado de hacer, porque no nos arriesgarnos a hacerlo.