12 de marzo de 2012

Noches y noches sin dormir, siempre tuvimos los días contados. Vimos muchas puestas de sol, amanecíamos siempre borrachos. Nunca decíamos adiós, nunca supimos que algo había empezado. 
Me acuerdo de tus prontos, tus movidas, de tus idas y venidas. De tus fobias y tus filias... No sabes todo lo que me arrepiento cuando sueño que estoy dentro de tus piernas todavía. 
Puse rumbo a ningún lugar, todo este tiempo he estado tan perdida. Amiga de la soledad, soy como un caminante sin camino. Todo acabó y fue tan fugaz, no terminamos lo que construimos. Ahora nos toca recordar que somos marionetas del destino. No fue lo que pudo ser, qué extraña esta forma de doler.